Oh, Muerte, en la oscuridad de la noche te escondes, acechando mi morada, gigantesco castillo de piedra custodiado por dos bellos ángeles de alas negras. Fieles a mi desde hace miles de años cuando en el universo reinaban las tinieblas, donde moraban la totalidad de los seres...
Pero allí estaba Dios, en algún lugar, ser de luz, poderoso y maligno. El creo la luz y nos condeno a las tinieblas eternas. Nos condeno por impuros y nos despreció obligándonos a vagar por la oscuridad. Solo ahí estamos seguros. Dios creo la claridad para que allí vivan seres creados a su imagen y semejanza. Para que no compitan con el los hizo mortales promentiéndoles inmortalidad en el paraíso, solo si hacen las cosas como el manda. Son los mortales llamados seres humanos. Desde que en el mundo de las tinieblas, se produjo una guerra feroz por ver quien manda entre los seres de la oscuridad...
Algunos tuvimos que cruzar el limite y vivir en este mundo bajo el manto protector de las tinieblas. Y tu, Muerte, me acechas,esperando que equivoque mis pasos para terminar con mi existencia milenaria. Sabes que tu señoreas entre las tinieblas pero yo, Maharet, soy la madre de todos los vampiros y señoreo entre TODOS LOS SERES DE LA NOCHE. Sabes que las tinieblas me protegen...Y esperas...
Autor del texto: Maharet Reina Madre