..." Caminé rodeada de los cuervos que me rozaban con sus alas...Respiré la oscuridad emanada de sus negras almas y dejé que me invadiera...Cerré mis ojos y fluí hasta ser parte del tétrico paisaje...Se detuvo el tiempo y solo se escuchó el batir de las alas en su vuelo guiándome en las tinieblas en el silencio espectral de la ciudad de los cuervos "...
El tiempo transcurrió incólume al igual que el ser que bajo el cemento y las hiedras dormía...Como tallado en piedra un cuervo guardaba su sueño sobre su lápida...El hermoso demonio danzaba una frenética danza sobre las tumbas bajo el cielo de hiedras...La luna le daba un marco tétrico a la escena haciéndola majestuosa...Danzaba entre las calaveras que aquí y acullá yacían entre las tumbas...Muchos ojos lo observaban con mezcla de admiración y temor...Brillaban cual preciosas gemas...Cual estrellas muertas en el negro universo...El antiguo demonio solía visitar distintos mundos buscando nuevas emociones... Ningún mundo se atrevería cerrar las puertas a un demonio tan antiguo y por ello tan poderoso...Solo una puerta se había cerrado para él indefectiblemente...Y cuando lo recordaba su corazón sangraba por sus ojos y negras lágrimas rodaban por su rostro...En su deambular nocturno había encontrado este mundo en tinieblas que le recordaba su propio mundo oscuro...Su alma se sentía emparentada con las almas que habitaban este mundo...Estaba fascinado y se dejaba llevar por la lujuria innata en todos los demonios...Y entonces todo pareció detenerse...El mas profundo silencio reinó en aquellos oscuros páramos...Un silencio como de cristal a punto de romperse...El pareció escuchar en ese silencio que el mismo había provocado...Su rostro se había transformado...Olfateó el aire como lo hacen los animales ante un aroma que retrotrae a su memoria a antiguos sentimientos...Cesó su danza desquiciada y todo su ser fue poseído por un sentimiento demoledor...Los demonios no envejecen pero podría decirse que algo similar a la vejez humana lo había poseído...Había oído ese sonido tantas veces que era como una música muy conocida para él...Aquel corazón latiendo tantas veces al unísono de su propio corazón...Cuantas veces había descansado su alma sobre aquel corazón que levemente latía en algún lugar bajo esa fría tierra?...Mucho tiempo quedó ensimismado en oscuros pensamientos...Como si el tiempo se hubiese detenido...En un momento que nadie podría precisar el demonio había desaparecido...Pero una de las tumbas relucía en un tenue resplandor...Como de luna...Una brisa movió las hojas eternamente secas que yacían en el suelo de la Ciudad de los Cuervos...Y el tiempo siguió transcurriendo sin hacer mella en ese mundo mágico...Ese mundo perdido en las tinieblas...
Autor del texto: Maharet