Desde tiempos milenarios ellos coincidían en este mundo de tinieblas...El...Un hermoso guerrero que coleccionaba los corazones de sus víctimas luego de robarles su alma...Ella...Una hermosa vampiro con el cabello mas negro que la noche y los ojos mas bellos que el había observado jamás...En los que extrañamente siempre se podía ver reflejada la luna...
El era un cazador de almas...Por cada ser que
matara con su espada acrecentaba su vida...Ya que
no era un ser inmortal...Pero se mantendría joven
mientras su propia alma se alimentase de otras almas de mortales que morian bajo su certera espada...
Hace mucho tiempo...Una mágica noche en que el
se hallaba recostado en su árbol favorito...Aquel viejo árbol que por milenarios años había servido de apoyo para descansar su escultural cuerpo de Apolo... Escuchó unas risas que se repetían como ecos en todo el bosque...Era como si estallaran miles de cristales y su música se expandiera sin limite alguno...Pero suavemente...Jamás escucharía una risa como esa...El lo sabía en su interior...y sabía que jamás podría olvidar ese maravilloso sonido ya antes de ver al ser que era dueño de ese encantamiento...
Comenzó a caminar hacia el lugar desde donde provenía...La luna alumbraba esa noche como nunca antes lo había hecho...Sería acaso por ese ser capaz de reir tan maravillosamente??...Todo comenzó a oírse mas cerca...No solo se escuchaba aquella risa del principio sino que también escuchaba pequeños murmullos y luces que se movían en el aire...El había escuchado de los pequeños seres luminosos...Y muchas veces había creído ver algunos...Pero esta vez sus ojos no podían creer lo que veían...Una hermosa dama de cabello tan negro como la noche estaba sentada en un trono de madera...Y a su alrededor volaban pequeños seres que haciendo mágicos sonidos esparcían sobre todo su cuerpo un extraño polvillo que hacía que brillara mostrándose cubierto de pequeños destellos......Su larga cabellera parecía cargada de brillantes que le daban a su imagen una magia especial...Su rostro y sus manos eran tan blancas como la luna antes de que anochezca...Sus labios le parecían completamente irresistibles...Y sus manos tan suaves y gráciles se movían como pájaros y sostenía con extrema delicadeza a aquellos pequeños seres ...Antes que él se diera cuenta su corazón estaba completamente prendado de esa maravillosa Dama de las Hadas...
UNA HERMOSA DAMA CAMINA BAJO LA LUZ LUNA...SU ROSTRO TRISTEMENTE HERMOSO RESPLANDECE BAJO SU TENUE BRILLO...TODOS LA OBSERVAN CON RESPETO...ES LA REINA DE LOS VAMPIROS...LA SUAVE BRISA LES HA CONTADO DE SU TRISTEZA...ELLA SE SIENTA SOBRE EL TRONCO DE UN VIEJO ARBOL...Y LLORA LAGRIMAS ROJAS QUE SE CONVIERTEN EN PRECIOSOS RUBIES QUE LAS HADAS CONVIERTEN EN HERMOSOS COLLARES...MAHARET...LA REINA DE LOS VAMPIROS...TOMA UNA PEQUEÑA HADA ENTRE SUS DELICADAS Y BLANCAS MANOS...Y POSA UN BESO SOBRE ELLA...Y CUAL SI FUERA UN PAJARO...LA DEVUELVE AL AIRE...Y SUS OJOS SE ILUMINAN AL VERLA VOLAR...PERO YA UN EXTRAÑO BRILLO SE PUEDE VER EN SUS OJOS...ELLA HA DEJADO DE SER TIERNA...AHORA ES COMO UN ANIMAL SALVAJE...ELLA DEBE CAZAR SU ALIMENTO...TODO SE INMOVILIZA HASTA QUE ELLA SE ALEJA...Y SE PIERDE EN LA OSCURIDAD DE LA NOCHE...
Autor del texto: Maharet Reina Madre