Mis ojos se abren lentamente al caer el sol tras el horizonte...Mis brazos se hallan cruzados sobre mi pecho en un antiguo ritual de protección..Oigo en el silencio y escucho los sonidos de las tinieblas...Entonces...Corro la tapa de sarcófago...Y salgo de el...Ha sido un raro despertar...Aún tengo tu aroma impregnado en mi blanca piel...Aún siento tus manos acariciando mi rostro...Y tus labios rozando mis mejillas...Besando mis lagrimas...Y ese sabor a sangre en mis labios...Recuerdo tus fuertes manos en mi cuerpo...Apretando mi cintura...Y que hermosa sensación abandonarme a tu abrazo...Sobre mi cama...Reposa tu chaqueta...Que gentilmente pusiste sobre mis hombros...La tomo en mis manos...Y la aprieto contra mi pecho...Sobre las rojas sábanas reposa una blanca rosa...Manchada de sangre...Siendo la prueba del sacrilegio cometido...Has dejado que beba de tu sangre...Aún siento el sabor embriagador entre mis labios...Y los rozo suavemente con mi fría mano...Cierro mis ojos y puedo sentir tus cálidos besos recorriendo mi cuello...Y tu cuerpo apretado contra el mío...Una noche de luna nos hemos conocido...Has logrado contener mis penas...Y has compartido tu sangre en secreto ritual...Y te has marchado...Como la oscuridad se marcha al llegar el tenue dia...Y me has dejado envuelta en bellos recuerdos...Pero mis labios han probado de tu sangre...Mis dientes se han hundido en tu suave piel sin compasión alguna...Ya eres mío...Y nada cambiará tu destino...Serás mío...Has andado tras de mi como sombra...Cuidando mis pasos...Desde tiempos inmemoriales...Pero te has ido... Dejándome esta enorme soledad...Que hace sangrar mi corazón...He de seguir tus pasos?...Salgo al exterior de mi morada...Y veo un camino rojo de pétalos de rojas rosas...Como un camino de sangre...Mis blancos pies caminan sobre ellos...Produciéndose un hermoso contraste de colores...Maravillando a mis ojos...En la oscuridad de la negra noche...Resaltan los colores alumbrados por la blanca luz de la luna...Que aguarda expectante el suceso...Mis delicados pies se hunden entre los rojos pétalos...Y mis ojos te buscan y al hallarte quedan completamente prendados de ti...Tienes una bella rosa roja en tus manos...Y me miras perdiendo tu mirada en mi cuerpo...Bajo la vista...De repente se ha apoderado de mi un extraño sentimiento...Te acercas...Posas tu bellos labios en sus pétalos...Y la alargas hacia mi...Depositándola en mi blanca mano...Miro tus ojos...Y leo en ellos la despedida...Mis ojos se humedecen...Se nublan...Y no me dejan ver tu rostro...Posas tus labios en mi frente...Mi rostro está bañado de rojas lágrimas...Giro...Y mi mano se queda enredada en la tuya...Comienzo a caminar...Si volver la vista...No miraré atrás...Comienzo a correr...Sin sentir que mis pies se desgarran...Y mi ropa se hace girones...Rozando con las ramas de los arboles del bosque...Hasta que caigo de rodillas...Y mi llanto conmueve hasta los mas hondos cimientos de la madre tierra...Maldita soledad...Otra vez en tus brazos...Dame refugio... Muéstrame como puedes consolar mi corazón...Y no dejes que me vuelva a alejar de ti...Arrúllame en tus brazos...YO...TU...Y LA ETERNIDAD...
Autor del texto: Maharet Reina Madre
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