SOY MAHARET, LA REINA MADRE


SOY MAHARET Y ESTA ES MI MORADA...NO QUEDAN MUCHOS VAMPIROS EN ESTA TIERRA Y YO SOY UNO DE ELLOS...ENTRA LIBREMENTE Y POR TU PROPIA VOLUNTAD...PERO CUIDADO...PORQUE AQUI NO HAY LUGAR PARA IMPOSTORES NI PARA NIÑOS QUE JUEGAN A SER VAMPIROS PERO EN REALIDAD LE TEMEN A LA OSCURIDAD...AQUI CONOCERAN SECRETOS QUE NADIE CONOCE, SOLO LOS VAMPIROS DE RAZA... PODRAN LEER TEXTOS Y POESIA VAMPIRICA...PERO SOBRE TODO CONOCERAN MI HISTORIA...DESDE LOS INICIOS...LES VOY A PEDIR QUE MIREN TODAS LAS ETIQUETAS PORQUE HAY COSAS MUY INTERESANTE PARA VER QUE NO ESTAN EN LA PAGINA DE INICIO...RECORRAN TODA MI MORADA SIN PERDERSE NADA Y LEAN LO QUE HE ESCRITO PARA USTEDES...Y POR SUPUESTO...JAMAS SE OLVIDEN DE COMENTAR...DEJENME SUS HUELLAS DE SANGRE...ENTRA EN LAS TINIEBLAS Y SIENTETE PARTE DE ELLAS...CAMINA POR MI MORADA BAJO LA BLANCA LUZ DE LA LUNA...DEJATE ATRAPAR POR MIS PALABRAS...ENTRA EN MI MUNDO Y SIENTETE PARTE DE EL...COMPARTE CONMIGO EL RITO OSCURO Y YO TE DARE LA VIDA ETERNA...BEBE DE MI SANGRE...BIENVENIDO AL MUNDO VAMPIRICO...


viernes, 2 de mayo de 2014

LOS OJOS DE LA MUERTE




La Muerte dormía de forma descuidada, esperando que la noche llegara hasta los cimientos de la tierra. Aunque Ella es dueña de caminar sobre su faz  cuando lo desee,  por supuesto que prefiere la obscuridad de la noche para desplegar toda su hermosura y su dominio. Ella reina sobre los seres mortales por mandato de quien se dio a llamar a si mismo Dios... 
Bajo la luz del día es imposible que ojo alguno sepa distinguirla y descubra sus pasos. Mas durante la noche es cuando ella se divierte en demasía. Es cuando los seres mas hermosos salen de sus sacrílegos aposentos luciendo sus mas   distinguidas vestimentas. Al caer el sol en su crepúsculo es cuando comienza la vida a germinar sobre la muerte, y fue en ese preciso momento cuando me acerqué a Ella, en su descuido. Y pude observarla dormir con la guadaña descansando sobre su regazo. Me acerqué cuidando cada uno de mis pasos, cosas que se hacer muy bien teniendo  en cuenta que soy un vampiro, por ende, mas que caminar, me deslizo. La luna comenzaba a reinar sobre la noche y sus rayos se reflejaban en la filosa arma que reposaba en los hombros de la muerte. Ella extrañamente sonreía entre sueños olvidando por un sublime instante la tarea que desde tiempos milenarios le ha sido otorgado, arrebatar las almas y guiarlas hacia su destino final, que no es Ella precisamente quien debe escribirlo, pues escrito está desde un comienzo. Ella solo espera el momento sublime del final, cuando despliega todo su poder con exquisito placer. Como bien decía, ante el descuido de la muerte, me senté a su lado sin siquiera rozarla, y esperé. Muchas veces Ella me observó mientras dormía, en mis momentos de completa indefención, cuando un vampiro duerme lo hace en lugares seguros donde su sueño no puede ser interrumpido, mas Ella sobre mi no tiene poder. Yo soy inmortal. Pero aún así ella sigue mis pasos. Mi destino no está escrito por mano alguna, yo, soy dueña de mi propio destino. Y esta vez era yo la que miraba su sueño. Mi objetivo: mirar dentro de sus ojos. Encontrar su alma en ellos. Y la  Muerte despertó y allí estaba yo, y miré en su interior en ese minuto que Ella quedó completamente indefensa ante su asombro. Ante sus ojos los míos, que buscaron en las mas profundas oscuridades de su alma. Y solo yo se lo que vi, lo que percibí, yo y ella lo sabemos. Me levanté de su lado y mis pasos se perdieron pesados en la noche. Yo he descubierto el secreto de la muerte que yacía guardado en sus ojos y pesará sobre mis espaldas lo mismo que la enorme guadaña sobre sus hombros...


Autor del texto: Maharet Reina Madre